miércoles, 23 de febrero de 2011

El tóxico asbesto azul de Wittenoom, Perth (Australia)

Este pequeño pueblo australiano se funda a mediados del siglo XX para cobijar a los trabajadores de las minas de asbesto azul, una variedad del amianto muy usada en la industria y con una gran demanda durante la Segunda Guerra Mundial para la fabricación de tanques, aviones y otros útiles bélicos.

Desde 1943 hasta 1966 Wittenoom fue el mayor proveedor australiano de amianto y uno de los más importantes del mundo. Se estima que cerca de 7.000 empleados trabajaron en las minas durante sus 23 años de funcionamiento, aunque la mayoría de ellos por breves períodos de tiempo que no sobrepasaron los tres meses de duración en gran parte de los casos.



Un inspector ya había advertido, al inicio de la actividad minera, de los riegos para la salud derivados de la inhalación del asbesto, pero sus observaciones se desoyeron y se edificó el pueblo a 10 km de las excavaciones. Durante años se elaboraron múltiples informes que alertaban a los gerentes de la compañía de la toxicidad en el aire y los riesgos para la salud, pero ni tan siquiera las autoridades australianas tenían en aquel momento potestad para decretar el cierre del yacimiento.

En 1977 el Departamento de Salud de Australia occidental, preocupado por la gran cantidad de ex empleados con enfermedades pulmonares, comienza a elaborar nuevos estudios que demuestran la extrema peligrosidad que presenta la zona. Los niveles de contaminación son tan elevados que el Gobierno establece al año siguiente una política de desalojo ofreciendo idemnizaciones a los habitantes de Wittenoom para establecerse en otras localidades, también derribando casas con el objetivo de hacer desaparecer la villa.

En 1992 las autoridades ya habían conseguido demoler prácticamente todas las viviendas del poblado, pero las deficiencias en algunos estudios gubernamentales provocaron que algunos residentes se negasen a abandonar sus hogares hasta el día de hoy.



Se estima que en la actualidad viven ocho personas en el núcleo urbano, a pesar de que el Gobierno les ha desprovisto de suministro eléctrico y servicios básicos, además tampoco se hace responsable de las consecuencias que desencadene la desobediencia civil. El nombre de Wittenoom ha desaparecido de los mapas de carreteras y los accesos a la localidad están cortados para que nadie pueda visitar el pueblo, asímismo enormes carteles avisan a los forasteros del elevado peligro existente si se traspasa el perímetro de seguridad.

Los citados sucesos han supuesto la mayor catástrofe industrial de la historia de Australia. Las personas que se han negado a desalojar sus casas, regentan en la actualidad un camping y un hostal para todo aquel turista intrépido e inconsciente que decida visitar la localidad.






5 comentarios:

  1. Anonadá me vuelves a dejar! Aunque aún sigo soñando con el del incendio subterráneo. Esa historia me dejó tocada!!

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  2. Baby, he de decirte que Wittenoom sí sale en los mapas! Ya verás, ya verás... ponlo en google maps!

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  3. Cierto, quizás tendría que haber especificado en los mapas de carreteras de Australia, pero modificaré el post, thank you!

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  4. No, mujer! Tampoco hace falta que modifiques el post! Era na más por tocar un poco las bowlings!

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  5. En todo caso ya lo he cambiado, jaja. Pues a mi me gustaría mucho más visitar Prípiat que Centralia, pero no estoy dispuesta a estar en contacto con la radiación, jaja

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